Mi pobre blog, además de sufrir de abandono por mi parte, es acusado de excesivamente elitista para el fin para el que nació, que era servir de libro de la Abuela, moderno y actualizado, para que esos, que cerca de mi inician su andadura en solitario, tenga un medio de apoyo para recordar sabores que encontraron en casa. Es una buena crítica que asumo y que intentaré en la medida de lo posible no dejarme llevar por mis propias complicaciones y buscar los principios gastronómicos. Me gustarían más comentarios que me ayuden a seguir con esta tarea, y me ayuden a encontrar una vía más acorde con el gusto, de mi sospecho, minúsculo que no importante público ;-).

Me gusta escribir sobre este tema, el gastronómico, sin encasillarme, tratando de generalizar el enfoque de las recetas para que sea la iniciativa de cada cual la que le dé forma, que, por otro lado, es lo que hará a cada uno artífice de su propia ruta culinaria. No se puede decir taxativamente como ha de cocinarse algo, ya que los sabores son patrimonio fundamentalmente de la cultura, la memoria y la tradición y desvestido de prejuicios se pueden aceptar los más extraños sabores, que hacen de la gastronomía un mundo casi infinito.

Bueno! Me dejo de rollos y ahí voy con una receta de Vieiras, que haré o hice al horno, de una manera determinada, pero que admite casi cualquier combinación, porque este bicho, amigos, tiene un sabor intenso que permite muchos otros. El horno, aquí es importante, porque evitará que se queme, y cocinará los demás ingredientes en los jugos de la vieira y en este caso, del vino también.

Os presento los ingredientes:

• Unas vieiras congeladas con su concha (normalmente una por persona porque suelen servirse de primer plato). Podéis coger unas de bolsa y ponerlas sobre una concha que tengáis por ahí, o en cualquier otro recipiente que resista el calor del horno, pero eso, ¡queda muy feo!
• Un poco de jamón, o tocino, o bacon, en tiras o trocitos pequeños, picaditos.
• Un par de setas, yo puse níscalos, pero valen otras, aunque os recomiendo que sean carnosas (boletos, champis, amanitas cesáreas, etc.,…)
• Algo de queso para fundir, Gouda, Edam, Emmental, parmesano, pero no echéis mozarela (mala idea)
• Un chorrito de vino blanco, muy, pero que muy poco, un chorrito, el resto os lo bebéis en la comida
• Pan rallado, para espolvorear por encima
• Algo de sal y pimienta, sino la vida no tiene gracia.

Es cierto, es realmente simple.

Tened en cuenta solamente que la actriz principal es la vieira, por lo tanto, del resto muy poca cosa, tienen que realzarla, deben acompañarla no sustituirla.

Hay dos fases, una, lavamos y limpiamos la vieira. Debe venir ya limpia, sino hay que quitar una especie de volante que la rodea y los restos de velo y debe quedar solamente la carne y un pedúnculo rojo anaranjado, que a veces viene y a veces no.

Os dejo una foto de cómo deben quedar:

Aquí ya le hemos puesto sal y pimienta.

Ponéis el horno a calentar (180º) aire caliente y grill (para que gratine un poco), mientras colocáis las vieiras en una mesa, y le echáis un chorrito de vino, un poco de setas, jamón y recubrís de queso y pan rallado por encima de todo, pero sin tapar los ingredientes.

Al horno unos 20 minutos y ya. Si no probáis a hacerla os vais a condenar.

Chup, chup!!!